Casa I
Cuando el silencio cierra las puertas
viejas culpas reescriben lo que el ruido
calló.
El porfiado animal me cobija con un solo
pulmón
de sus cimientos, mientras la nostalgia
absorbe
en entretelas su propio imaginario.
Las
ventanas renuevan el aire para dejarlo todo
donde el tiempo abarata las cosas y cada uno lee
su
ficción como puede.
La
casa, animal que alcanza a respirar con hábitos,
manías, se esfuerza en resistir.
La
señora a la sombra entre paredes altas y rasgadas
como un niño que hereda la tristeza
que
esconde los tesoros en la demolición:
el
mantel salpicado de festejos, el vestido que no estrenó
para que no se moje, los ecos en el coro.
El animal oculta un sótano de ojeras.
Las lluvias de la época gozan con los
desprevenidos.
© Elena Garritani
Buenímimo,Elena. "Como un niño que heredó la tristeza. Isabel Llorca Bosco.
ResponderEliminar