10/1/22

Texto de Verónica Pérez Arango

 


Limpio las comisuras de tus labios con la servilleta de papel. La dentadura de plástico está fuera de control e imagino a un autómata que por la noche tendré que refregar y enjuagar con mucho cuidado. Tantos días, vos y yo acá encerrados, armaron un cúmulo de rituales: las vainillas de “El Progreso”, los libros de historia del arte abiertos sobre el sillón del acompañante, la “Oda a la alegría” saliendo de mi teléfono.

 

© Verónica Pérez Arango

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5 comentarios:

Blogger Olga Liliana ha dicho...

Durísimo.

11 de enero de 2022, 12:51  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Real y doloroso.
Saludos.
Anahí Duzevich Bezoz

12 de enero de 2022, 17:00  
Blogger Mirta Venezia ha dicho...

tremendo dolor !!!

12 de enero de 2022, 18:11  
Blogger Ines ha dicho...

Una escena: la vejez y la espera.Abrazo, Inés Legarreta.

23 de enero de 2022, 12:59  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Un tristísimo retrato de la vejez, con sus dos protagonistas. Durísimo, sobre todo en estos tiempos de encierro. Por lo menos el poema permite cierto desahogo.
Juany Rojas

25 de enero de 2022, 12:43  

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