CREPÚSCULO EN TOKIO
A qué asemejarlo o anteponerlo
a las pirámides de egipto o a la voz de
heráclito el oscuro a lo invisible intangible
no puedo imaginarlo (¿poderoso milenario
poblado de dragones rojos y amarillos?) sin recurrir a redondos y deleznables
lugares comunes
porque si las palabras postulan una memoria
colectiva compartida entonces no existe palabra alguna que me sirva para
figurármelo para construirlo
no puedo compartir lo que no tengo ni he
tenido
aquí amanece
del otro lado del mundo en ese país en esa
ciudad que jamás he pisado de la cual sólo conozco alguna música, algunas
pinturas y libros cae la tarde
como la textura impalpable de las nubes
como esa gente de mi infancia cuyos nombres y rostros mi memoria ha falseado
tiene el color y el sabor de aquello que mis ojos no alcanzarán nunca
© Diego Rodríguez Reis
poema "borgeano", me encantó.
ResponderEliminarSaludos.
Anahí Duzevich Bezoz
Poeta querido, siempre leerte es una alegría.
ResponderEliminarUna sucesión de escenas que me parecen tan ricas, cinematográficas, poéticas, finamente labradas. Muy bueno, Diego.
ResponderEliminarde una etapa borgeana total, sí!
ResponderEliminargracias por las lecturas
reis