2/1/22

Poema de Susana Lobo Mayorga

  


La siesta   quebró los sellos de ojos aterrados

en la emergencia de Enero.   

Tan sólo el olor fuerte de  los cueros estaqueados,  

y la quietud de la gacela ante el acecho del puma.

Nadie ese día… nadie 

desde entonces, desde siempre, nadie.

como los  nadies que encañonan praderas

como los  nadies que vomitan  el consuelo  inalcanzable.

Nadie para ver la deslizada humedad  parecida al espanto 

Nadie del cielo o de la tierra

Nadie de los cuentos o  la magia

Nadie y la quietud de la  muñeca, infinita testigo 

ante la azul presión en cada pliegue. 

                                                

Tan sólo tinta de olvido el silencio

el grito espasmódico, el ardor del río dulce de la sangre

la perplejidad agazapada del llanto.

 

© Susana Lobo Mayorga

Etiquetas:

8 comentarios:

Anonymous Daniel Ruiz Rubini ha dicho...

Muy buen poema. Cuántas imágenes tan bien logradas.

2 de enero de 2022, 8:57  
Blogger Javier Rodríguez ha dicho...

El doloroso y cruel olor del recuerdo.
Nadie y la quietud de la muñeca. Nadie.
Visceral.

3 de enero de 2022, 19:25  
Blogger Carlos Prado. ha dicho...

Excelente 👏👏👏👏

6 de enero de 2022, 7:08  
Blogger Nerina Thomas ha dicho...

Impecable hasta el dolor dela ausencia.

8 de enero de 2022, 17:15  
Blogger Leonor Mauvecin ha dicho...

Excelente poema , conmovedor Abrazos Susana

15 de enero de 2022, 21:20  
Blogger mariel monente ha dicho...

Bellísimo poema.

17 de enero de 2022, 1:23  
Anonymous Carmilia ha dicho...

Felicitaciones Susana! Beatriz Schaefer Peña

18 de enero de 2022, 11:47  
Blogger Edda Sartori ha dicho...

Muy buen poema, Susana. Abrazos. Edda Sartori

25 de enero de 2022, 22:30  

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