Teníamos al mar por la cintura
y el sol humedeciéndonos los pies
en ese entonces,
en las fotos de entonces,
cuando éramos los otros de nosotros
y no había que prender fuego alrededor,
en círculo,
para ahuyentar escorpiones y alimañas.
Abríamos las piernas
y engendrábamos dioses en la espuma.
© Sonia Rabinovich
Es un poema bellísimo!! Me gusta toda tu poesía Sonia , pero este poema es especialmente hermoso
ResponderEliminarUn poema bellísimo que rememora tiempos de inocencia y goce sin amenazas. Fluye con ternura y ésta alcanza al lector.
ResponderEliminarUn abrazo,
Juany Rojas
Adoro este poema! Cuánta belleza!
ResponderEliminaramo este poema y su conjunto
ResponderEliminarsiempre un placer, leerte
abrazo
Claudia
Bellísimo, Sonia. Me encantó. "engendrábamos dioses en la espuma"!!! Un abrazo. Adriana "Dirbi" Maggio
ResponderEliminarTe admiro, Sonia. Qué remate. Bravo.
ResponderEliminarBellísimo poema Sonia. En realidad tu poesía es de excelencia. Mí cariño amiga.
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