Arrojado
al viento de la llanura,
grito
con todas mis raíces vivas.
Golpeo las manos
en el hueco del día
y en los zaguanes
donde aguarda la noche.
Soy
como un remolino de arena.
Mi suerte:
el rodar de las morenitas.
© Alfredo Rescia
La vida como el azar y un remolino...abrazo, Inés Legarreta.
ResponderEliminarMuy buenas imágenes.
ResponderEliminarMe gustó el poema.
Ana Romano.
Bello !
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