Un neblina flota en la ciudad
una neblina acorta las distancias
grisácea
gris.
Como estrellas las luces de los autos
Corren por la neblina
azulina
fría.
Tras los vidrios de la sala de espera
toda la neblina
se condensa en mis ojos.
La neblina
anticipa la noticia.
© Olga Cabrera Ladu
Gracias Gustavo por toda la difusión, por todo tu trabajo por los escritores. Olga cabrera
ResponderEliminarBello poema, encierra tanta intensidad....
ResponderEliminarBello poema, encierra tanta intensidad....
ResponderEliminarOlga: qué poderosa imagen la neblina que se condensa en tus ojos tras los vidrios de la sala de espera. Intensa amalgama con la foto que fue incluida.
ResponderEliminarAbrazo.
Tere Vaccaro.
Olga un placer leerte. Este poema tan duro, te abrazo. Marta Comelli
ResponderEliminarMe remontarse a esa madrugada del 11 de junio, que murió mí hija. Así estaban los vidrios del hospital.No olvidaré la neblina. Y no me entristece.Todos nos vamos a ir. Agradezco haberla acompañado 18 años en la tarea de ser madre. Fue un lujo. Gracias
ResponderEliminarOlga querida! Nombrar el desasosiego así, gris como la neblina. Abrazo!!
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