Un ritmo acompasado
como metrónomo de existencia.
Coreografía de danzas,
que siguen cadencias
de relojes de arena.
Todos conocemos
cada uno de los movimientos.
El futuro está dictado y planeado,
para escapar de la nada,
del incierto mañana
en ceremonias vitales.
Rotas por el vacío repentino
de ausencia de vida.
© Nito Biassi
Hola Nito, que hermoso encontrarte aquí, espacio que nos abraza para que nos expresemos. Eso es tu poema. Tú dices. Marta Comelli
ResponderEliminarQue fuerte!! Pues vives tan cerca de la muerte siempre!! Evitas con tu vocación que lleguen a ese estado. Cuánto decir en cada verso. Un placer leerte siempre.
ResponderEliminarUn poema que invita a la reflexión y merece ser releído.
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