Poema de Adriana Maggio
acaso
el único fiel / fue el mandarino
el perro desapareció sin un lamento
dejando desolación
se fueron yendo los gatos / y la gente
la corona de novia se secó
después de epifanía
no recuerdo al mandarino
sin sus luces…
en todos los recodos del tiempo
está ahí
dorado de frutos
como un perenne árbol de navidad
que alumbraba el año
las rosas deshojaron sus perfumes
los jazmines
se ausentaron de la tarde
y hasta el sol
renunció a sus esplendores
atenuando los destellos del ocaso
pero nuestro árbol siempre allí
aromando el aire
si se asoman a mi recuerdo
nos verán a los cuatro hermanos
tendidos bajo el paraguas fragante del
mandarino
derramando cáscaras
y jugo delator entre los versos
© Adriana Maggio
Etiquetas: Adriana Maggio
entrada de Gustavo Tisocco a las
14:20
7 comentarios:
Me encantó el ritmo de tu poema. Hasta veo a esos cuatro hermano y percibo el aroma del mandarino. Besos. Tere Vaccaro.
Gracias, Tere. Sí, así estuvimos todo el tiempo que duró nuestra niñez y adolescencia, bajo el paraguas protector del mandarino. Aún siento el perfume del jugo entre los dedos. Un beso grande. Adriana
Hermoso, Dirbi! Se desliza la hondura del lazo fraterno en tus palabras! Beso grande! María Cecilia Piscitelli.
"el paraguas fragante del mandarino" ¡Qué bella imagen!
Siempre poética que llega, conmueve, hace pensar y sentir. Gracias "Dirbi".
Disculpas, Dirbi, el comentario que figura como "unknown" es mío, creo que un error en mi cuenta hizo que saliera así. Soy Cristian Jesús Gentile. ¡Saludos!
Gracias, chicos, por los comentarios cariñosos y estimulantes. Un gran abrazo. Adriana "Dirbi" Maggio
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio