Carta de aurora
A Nela Rio
La noche se hizo nada.
El corazón de Andrés silencia su descanso
al lado de Chopin. Sus dolores dormidos.
Sus sonámbulas notas.
Sus huesos ya sin frío mis palabras
abrigan.
Mas atrás, siguiendo este camino
verás que crece bajo un ceibo dormido.
Memoria de Azucena
como el musguito en la piedra ay ay ay.
Fue Madre y desaparecida.
Desanda ese camino.
Recorre con mis brazos
un porvenir de estío
bordando con flores rojas
la sangre del hijo desaparecido.
Avanza, sonriéndole al vacío
también en este día
avanzas
aunque las madres
nunca vacían su pena.
Como los tuyos, sus ojos que quedaron
para siempre sin lágrimas.
Vuelan tumba del viento cosechan esperanzas
vueltas lluvia de cielo son bruma de
montaña
son tormentas que lloran tu tiempo de
martirio.
Dejan tus manos, llenas
a tus hijos, a los nuestros
legado de sonrisas, hecho de sangre y
sombra
esa tristeza tuya, collar de primavera
que renació en poesía.
© Marta Zabaleta
Muchas gracias,querido GUS,por publicarnos. Besos, Marta
ResponderEliminarMuchas gracias,querido Gus,por publicarnos.Besos,Marta
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