17/12/21

Poema de Aníbal Costilla

 


 

Te levantas a la madrugada:

ves correr la vida por las calles de la ciudad.

Pasan automóviles y motocicletas,

se deslizan por el asfalto

como ágiles cascarudos de hierro

que van cargando muertes.

La gente se dirige a cumplir

con sus obligaciones materiales,

y el sol de la mañana

asoma entre las nubes extraviadas

por las primeras luces.

 

Más al centro el bullicio aprieta play:

se mueven los relojes

y el latir de rostros incesantes,

apurados por hacer las compras

en el súper recién abierto.

 

Alrededor de la plaza

la gente se arremolina

como soldados que se aprestan

para la guerra inminente.

Son como hormigas

que pelean por el azúcar

que se desparrama en el viento.

 

Al mediodía la máquina

detiene su marcha un instante,

y los pasajeros del último tren

descienden, y se alejan

como sombras irreconciliables.

 

Regresas a tu casa.

Se siente un olor a fritura

que te hace doler el estómago.

Seguro es en los vecinos.

 

© Aníbal Costilla

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2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Muy buena descripción Aníbal. Lo urbano cotidiano/vivencial emerge de tus metáforas e imágenes certeras hasta puntualizarse en lo íntimo. Y muy justa la ilustración de Gustavo. Alfredo Lemon desde Córdoba

18 de diciembre de 2021, 13:19  
Blogger Aníbal Costilla ha dicho...

Muchas gracias por tu lectura, querido Alfredo. Un abrazo grande.

Aníbal

17 de febrero de 2022, 23:57  

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