Montaraz
Tengo los
pies grandes y anchos, una horma que se expande
abierta
como la boca de un jabalí
trazo mi
pisada pero no la sigo
le dejo al
monte que me guíe aunque sepa que los cardos
van a
pelear por mi piel elijo siempre la zarcilla
para
moverme segura
con cada
espina en el ojo nace una fuga
tengo una
lengua montaraz guardada
desenfundo
la vaina cuando el grillo
empieza el canto.
© María Belén Zavallo
me encantó este poema en su sostenida decisión, gracias por compartir!
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