Fiestas
Como pizza
recalentada hace dos días, la trajo un delivery.
Tomo vino
picado que compré en los chinos,
es mejor
que el agua.
Escucho
Christmas in New Orléans* en mi cama.
Blues a la
altura de mi inercia: maldita palabra que hiere
a voluntad.
Estará la estrella sobre el arbolito, regalos,
comida
distinta a lo habitual.
Deseos:
pediré todos, al cielo y a la tierra.
No sólo
para mí, nunca lo hago.
Vivimos en
el debe y el haber es metafísico,
absurdo o
mal parido en mi patria.
Y más allá
del alcance de los ojos, la mirada se esfuma.
Brindamos.
Algunos se emborracharán, fumarán porros,
bailarán
hasta caer, se molerán a palos o palabras.
Los que
juegan a ganar cifrarán sus sueños egotistas
dinero y muerte. Entre luces de bengala, estruendo,
chocamos
alegría. Dejarán una carta los suicidas.
Mataremos
el amor, porque todo hombre “mata lo que ama”
decía Oscar
Wilde desde la prisión de Reading.
Condenados
a etiquetar les diremos asesinos y locos.
Brindaremos
sobre los festejos derramados en familia
con
augurios de esperanza y el arma cargada debajo de la piel.
© Elena Garritani
Magnífico poema de celebración y esperanza. Bravo! Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarBuen poema Elena. Un abrazo. Elena S. EYHEREMENDY
ResponderEliminarGracias por las lecturas Alfredo y Elena /tocaya/ abrazos.
ResponderEliminarGracias por la lectura Alfredo y Elena.
ResponderEliminarMe ha impactado su momento, el brindis y el baile y ese molerse a palos y palabras... Y el augurio de paz bajo la piel. GRACIAS!
ResponderEliminarAh que interesante observación. Gracias !!!!
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
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