Parques de aguas y piedras
a la afonía
del aire escucho
la
conciencia la alfombra roja del perdón
un pedido
de clemencia por las leyes
los
mandamientos
el mar de
allá abajo está dañado
los peces
sólo flotan para las redes
de los barcos que se alejan inmóviles
las máquinas son inmóviles y se alejan
la montaña
descubre los lagos
y los
leviatanes de los mundos humanos
los
conservan los guardan para la cena
la altura
es el castillo
el aire la
voz
dice
qué hay con
mi vuelo que ofende
hasta que
mis cielos proyectan matar
soy la sombra inesperada
más
asustadora que cualquier conciencia
evitable inevitable
me esperan
en un museo
en cementerios de las artes
habito en
bibliotecas
esas prisiones de libros esclavos
de objetos solos
© Carlos Morteo
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