Eternidad para la tierra seca
que ardiendo en su garganta
espera la llegada de los demonios que agita
la tormenta
Eternidad son los días
en que casi de rodillas y en idiomas
ignotos
te invoco o endemonio
hago caer sobre tu hombros el desamparo de
lo perdido
la orfandad del ciego bastoneando la ciudad
con la estampita de Santa Lucia guarecida
en su ojo
o el violento silencio que abrasa la
intimidad de la muchacha abusada
Palabra
barquito de papel que te acuna
en el filo de un acantilado
regresa
Demos nombre a todo lo callado.
© Ernestina Elorriaga
ResponderEliminarDemos nombre a todo lo callado. Y seremos nosotros, los poetas, los que vemos más allá, quienes podemos.
Lily Chavez