Cuatro estaciones cayeron una a una sobre
la casa.
Por la puerta entraba y salía la tarde,
en las ventanas navegaban los patios
y una luna lenta dejaba su aire gris
abrazado al viento.
Entonces estabas vestida de madre,
ese día como otro día y otro día mas
al encuentro de las tardes infinitas,
con un mundo silencioso ardiendo en el
verbo amar,
tus manos viajando en las palabras como
viento, lluvia,
la vida puso en tus ojos esa respiración.
Ahora, ya no miramos los calendarios
los viejos salieron por el brazo de las
agonías
y las fiestas con niños se han esfumado,
veo llegar los ojos del tiempo
para herir el rostro de nuestros hijos.
© Daniel Arias
ResponderEliminarNo se me hubiera ocurrido, me parece original imaginar las cuatro estaciones cayendo sobre la casa. Me gustó mucho.
Lily Chavez
Muchas gracias Lily. Abrazo
EliminarBellísimo poema, melancólico y pleno de imágenes poéticas que quedan en el alma. Gracias por tu poesía. Un beso. Adriana "Dirbi" Maggio
ResponderEliminarMuchisimas gracias Adriana, un abrazo largo
ResponderEliminar