Vengan a mí, mis lares
tu primera siesta en casa
dormida sobre el pecho de tu padre
a mí lleguen, impulsen
los días sucedidos
uno a uno en marejada
su trampolín y yo
solita con mi cuerpo
ya no
vengan a mí, arrasen
esa que fui, creía
los dioses no existían y ahora
toca tu piel y toca
algo más que el universo
en legión, a mí vengan
cantemos el cielo de esta tarde
su noche que pronto sea
alma en la materia alma
vino en tu respiración para quedarse
la trajiste vos
a mí, mis lares, sean
cantemos todo esto
que pasa y queda.
© Andi Nachon
Belleza con múltiples lecturas, gracias, Luis.
ResponderEliminarMe gustó mucho. Deja una profunda huella poética. Gracias. Un beso. Adriana "Dirbi" Maggio
ResponderEliminar