Abrazo el
cielo con los ojos y el recuerdo no alcanza.
Nunca alzó
la mirada ni me vio
presurizado
el rostro
la calma /
el silencio
la espuma
en el aire
todo era
jardín en la cara
letras
sueltas asaltaban hojas y papeles de cebolla
finitas
transparencias.
No hubo
clima / ni luz / ni voz
todo un
signo de los tiempos.
Desnuda
abría cámaras donde colgar la indiferencia
el tren se
detuvo
aún yo no
escribía como lo hago
tan sin
palabras las palabras
mudas de
voces y de tierra
hileras que
entre saludan árboles y postes
ventanas y
bancos de madera.
Nunca
levantó la mirada
para saber
qué leía.
Atravesó el
patio
la vi en la
memoria de aquel país que desangraba
roja y
brillante, estoy seguro, nunca levantó la mirada.
Subió al
tren
con unos
ojos que no miraron.
Esta mañana
volvió
volvió
el paisito
ese.
© Ricardo Di Mario
¡Qué ritmo, qué música, precioso!
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