ÚLTIMO
APRENDIZAJE
Con mi
padre aprendí que antes de morir hay que encontrar a la madre
Con mi
madre, que uno se muere sin padre y sin madre
En el ramo
vive el jardín y en su fondo se fija el otro ramo
Con la
pérdida se acrecientan los ramos y los fondos del ramo
Pero ya
nadie levanta el jardín con las manos
Sólo se
desea la entrega y se ofrece su fondo
Nadie
levanta un jardín, por eso estamos llenos de fondos y de ramos
Como exceso
nos rodean sus habitantes, su perfume y su fondo
Uno va solo
a la cita con su ramo de espera
y uno
espera levantarla de nuevo
Ella espera
el ramo, su primer perfume
A mi madre
la subí con su ropa de teatro
Es
imposible levantar un jardín.
© Juano Villafañe
excelente el principio constructivo de este poema, Juano.Esa encadenación que semeja silogismos lógicos sin serlo e inventa un programa de aprendizaje: una espera levantar el imposible. Abrazo gp.
ResponderEliminarMe gustó mucho tu poema, Juano...¿será porque construí un jardín?
ResponderEliminarun juego de palabras impecable que marca una historia increible
ResponderEliminarSaludos
Anahí Duzevich Bezoz
Muchas gracias querida Graciela.
ResponderEliminarMuchas gracias querida Pauli.
Muchas gracias querida Anahí.
Hemos construido un jardí. Es imposible levantar un jardín.
Abrazos. Juano
Muchísima gracias.
ResponderEliminarAbrazos.
Juano.
Gran poema. Hay oficio ahí, me encanta!
ResponderEliminarGracias querido Juano por tu bello poema. Te mando y abrazo fuerte. Elena S. Eyheremendy
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