Poema de Javier Saleh

 

“Es importante saber

que las líneas que fugan

no reflejan dimensiones reales

sino distorsionadas,

 dividirlas en partes iguales

no sirve”

 

Ing. A. BELLOMO

Teoría de la Representación III, 3°E

 

(Pese a que la espesura

 por debajo de la escarcha

 pese a que palmo a palmo

 el humo saliente

 y el humo entrante)

 

lo que no se ve

sueña con el ojo de su vida

(a cambio de un Edipo óptico

a cambio de rejas de luz)

sabe que toda sombra propia

le pertenece toda al sol

una raya al medio

sobre el brilloso post quimio

 

(la muerte misma si tuviera padres pensaría:

que su hijita muerte estaba para otra cosa)

 

como aspas que extrañan

no haber viento

asas de lo que ya no es

de lo que se mide en dedos

atraviesa la nada a todo lo largo

 

los “ajó” anacrónicos

el tá o no tá del bebé Hamlet

hermenéutica del algo como algo

no todo no  es casi todo

ese pedazo de piel que no se toca más

como una memoria de lo ya acariciado

(el descanso de la escalera también es un escalón)

esa témpera yo aguada sobre lo yo muerto

muletas para un iceberg que no flota

la certeza verde del árbol

la eternidad frente al diente

como un alimento escaso

pidiendo a quien toca de oído

que escriba partituras

tratando que no crezcan cactus

 

pero no escribir sigue en la punta de la lengua

 

Castelli se ríe con la boca cerrada

para no mostrar su noche eunuca

(siempre hay infiltrada poesía de civil)

 

después de la palabra árbol

salir a tocar el árbol

 

el yo del pez es su propia mano de agua

queriendo atraparlo

 

no siempre el nombre de una montaña

es su nieve acumulada

 

como un miedo de árbol

en la palabra poda

su amor en los estantes

junto a las pertenencias

que no se calcan

otro dado sin pasado

rodeada de cactus la derrota lustrada.

 

© Javier Saleh