Mis manos
tal vez las que buscan tu cuerpo en la penumbra
penumbra
sol penumbra vertiente penumbra de papel penumbra sola
mis manos y
el adiós que en infinito cava cuevas de olvidos en el tiempo
cava
soledades en el solitario y cava cava cava ausencias en el desaparecido
las manos
que juntaron la basura que la ciudad arroja en el abismo
abismo de
morir a cada rato en las cosas que mueren sin nombrarse el niño sin futuro
la niña sin
recuerdos el pozo circular que traga al hombre
las manos
de matar y desangrarse
las manos
del verdugo en tanta ruinas
las manos
del espejo repitiendo un mundo sin piedad cruel y ficticio
las manos
en la frente del calvario las manos del napalm y de los drones
las manos
insepultas del naufragio del que escribe en la celda no puedo más
mañana me
fusilan me envuelve el celofán de la mentira
las manos
que se juntan en el rezo para pedir a dios que no abandone
la piel de
los lagartos las llagadas de cristo del minero del sembrador de trigo
y de
mañanas
la semilla
que germina en las manos del muerto que se quema
las manos
panaderas
las manos
del jardinero que cuida el estallido de las flores
las manos
que despiden a los muertos caídos en la guerra
las que
lavan el cuerpo de las bestias y bendicen al niño que ha nacido
las manos
insepultas del calvario con los estigmas del clavo a cada golpe
las manos
de amarrar todas las velas con las que el náufrago sueña ser Ulises
© Hugo Francisco Rivella
Excelente. Musicalmente va arraigando y remata supremo. Alfredo Lemon
ResponderEliminarSomos las manos: excelente! Abrazo, Inés Legarreta.
ResponderEliminarcomo siempre...tu poesía, argonauta de sueños..
ResponderEliminarmaria del mar estrella
Un poema fuerte, profundo. Con una musicalidad armoniosa.
ResponderEliminarExcelente!! Querido amigo que tus manos sigan escribiendo
ResponderEliminarNo conocía la fiesta de tu poesía. Gracias por tu musicalidad y belleza!!
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