Páginas

1/9/21

Poema de Daniel Rafalovich

 


No extraño ningún sueño:

añoro el don exhausto.

Las riendas, la legión,

esa palabra repetida.

Recuerdo claros viajes,

silencios prontuariados

(y había ciertas nubes

y puntos suspensivos).

La anécdota es la misma,

dios jazzero:

maldigo tus acordes.

Mendigo los silencios

y las noches,

esas que habrán de volarme

algún día

hacia algún fuego.

 

© Daniel Rafalovich

11 comentarios:

  1. Gracias siempre, Gus. Daniel

    ResponderEliminar
  2. Impacto directo, esperando el fuego.gracias. Marta Comelli

    ResponderEliminar
  3. La anécdota es la misma, dios jazzero...hermoso poema, gracias, Daniel!

    ResponderEliminar
  4. Muy bueno Daniel!

    ResponderEliminar
  5. "Mendigo los silencios y las noches. Bello poema Daniel.

    ResponderEliminar
  6. ¡Bellísimo, Daniel!
    "...añoro el don exhausto"
    Verónica M. Capellino Rando

    ResponderEliminar
  7. ¡Bellísimo, Daniel!
    "...añoro el don exhausto"
    Verónica M Capellino Rando

    ResponderEliminar
  8. Excelente poema, Daniel. Me envolví en el jazz y esos silencios donde el pensamiento nos abraza.

    Abrazos
    Elisabet

    ResponderEliminar
  9. Graçias, Daniel por la poesía, por la música...

    ResponderEliminar