ELEGÍAS
VEGETALES
1
Mi madre
cultivaba albahaca,
Orégano,
perejil y tomillo.
A la
entrada de la casa
Había ruda
para protegernos del mal.
Sus manos
olían a menta fresca o a limón
y se movía
por entre las hierbas con agilidad de gacela.
Iba y venía
con su regadera
repartiendo
lluvia
encanto
fresco del que alimenta
animales
pequeños
y la
equidad sin sombras
del que ama
la justicia.
Naranjos,
limoneros y ciruelos,
regaban en
primavera flores que en su cabello
agradecían
la humedad del alba.
Cuando
dejaba la tierra
e intentaba
cruzar la puerta
hacia la
calle
sus
movimientos no eran ya los mismos.
Caminaba
como las palomas
con pasos
cortos
como si a
cada instante
presintiera
el peligro.
Para buscar
protección
y liberarse
de la dureza del cemento
extendía sus brazos.
Y volaba
hasta el árbol más cercano.
© Olga Edith Romero
Qué bello...
ResponderEliminarSoy Ingrid.
Una madre con manos verdes, que respetaba a todos ser vivo. Amaba las plantas!! De las mías. Bello poema!!
ResponderEliminarHermoso homenaje a tu madre Abrazos
ResponderEliminar