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15/8/21

Poema de Eugenia Cabral

  


La   Revolución   Permanente

                                                                 

                       Daniel Herrera, in memoriam 

 

AQUELLOS días de la conspiración 

eran de una alegría mozartiana. 

Furias amadas 

Deltas extraños 

Días coralinos    sagitados 

 

 

¿Será tarde para revelar el nombre? 

(cuervo en el alféizar  

inquilino de la almohada  

hilo de Ariadna) 

 

 

Estábamos... simbiotizados. ¿Se dice así? 

ESO era en los días de la insurrección. 

Separarnos para lavarse la boca y, con la piel renovada, 

reconocer sabores. 

Eso era en los días de la revolución. 

Cuando vivías. 

 

 

 

FUERON días de aniquilamiento. 

Seriedades wagnerianas. 

 

 

Exquisito velamen del corazón, has navegado 

desde siempre; 

el semidiós, como caníbal metafísico, 

separaba almas de cuerpos. 

 

 

 

DÍAS de la razón.  Laboratorios de silencio. 

 

Como gente de la Edad Media 

hemos vivido hasta los treinta y tres años 

la parte más fuerte de la existencia. 

Desde entonces nos crecieron alas, razonamientos, 

caridades  y herejías. 

 

 

 

ESTE presente bebe la pócima, no el alimento;

la hez, la conmutación de la pena. 

 

Este es el ayer. Tambor delirante. 

Comida recalentada. 

 

¿Cómo era aquello de cuando fuiste heroico 

y le prendiste fuego a tu propio estilo?

 

 

 

NO sé incendiar. Cuento los días. 

Estás en la cornisa. Lejos del futuro. 

Más lejos se está de uno mismo. 

La muerte llega. El futuro no. 

Pero se conserva. Lo fabrican en plástico. 

 

 

Veo el pasado. Cuelga de mí misma. Desparrama 

una secreción viscosa. 

No es líquido amniótico. Ha muerto el amor. 

 

 

Haré la revolución. Creo que la haremos. 

Limpiaré la babasa del remordimiento. 

Hay esperanza. 

Usamos palabras cristianas. 

Exhumar las banderas. Eso es. 

Nada de soft revolution. Pelear con el cuerpo. 

 

 

Las palabras adoptan formas carnales. 

En el principio está el verbo. 

Palabras cristianas. 

 

 

Exhumar palabras. Eso es. 

Nada de dibujitos. Hablemos nuevamente. 

 

 

Lavaré las palabras, las bruñiré con aliento. 

Hard revolution. 

Explosión de sudacas 

Sudacas los que venden helados en Hamburgo. 

Humildades del olvido. Humedad. 

 

 

El tiempo habla. 

Cuelga de uno mismo. 

El cuerpo habla. 

Repta sobre el hielo. 

Es otra glaciación. 

Comeremos tierra.

 

 

Décima Sinfonía. Heavy  revolution. 

Percusiones. Pulsaciones. 

Black revolution. 

El riesgo es uno mismo. La cornisa. 

El planeta está muriendo. 

Green revolution. 

 

 

Nos comeremos a nosotros mismos. 

Existen especies desconocidas. Motines carcelarios. 

Punk revolution. 

 

SI HAY TIEMPO HABRÁ REVOLUCIÓN.

¡HARD REVOLUTION!

 

© Eugenia Cabral

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