Entre
Parálisis y desencuentro
Parálisis.
El pie se
detiene,
la piel se
ausenta,
la magia
espera en el umbral.
La certeza
de un freno crepitoso babeando la suela del zapato
clavado en
el tosco terreno
se detiene
mientras la
rueda fría que ahuyenta
las mañanas
de piel con piel
el fluir
del río congelado.
Se instaló
el miedo en las calles que hacen surco en el canal.
Desencuentro.
Separar los
paisajes colectivos de la retina,
incentivar
al temeroso aislamiento
cebar el
mate con alcohol
desinfectar
el abrazo.
Parálisis.
Se detiene
la mansa sábana
crece la
pantalla
y somos
víctimas del estruendo,
entre la
paranoia y la desconfianza,
la desidia
y la codicia.
Desencuentro
porque hay
virus de los que sólo conoce el desamparado, el olvidado, el huérfano de
esperanzas.
Allí no
llega ni el estado ni la fe.
© Diego Bennett
El espanto de lo desconocido.
ResponderEliminarBello y muy intenso.
ResponderEliminarMuy fuerte!!
ResponderEliminarMuy muy bueno. Poema leyendo la pandemia. Gracias, Marisa Martín.
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