La noche es
un huerto
con
desesperanzas,
en el
sangrado
campo del
destierro.
Cuando los
amores
se separan
porque la
luz de sus almas
escapa
hacía el
secreto cobijo de los sueños.
Entonces
sentimos la
orfandad
en cada
latido desmemoriado
que,
el corazón desolado
emite,
clamando
por el amor.
La noche es
nada menos
que
esa
encrucijada, entre la despedida
y, el querer
despertar
con el
ligero apremio del reencuentro.
Sin saber
más
que, la
necesidad de merecer
desde la
palabra, el deseo
o, la
ilusión de saberse
Correspondido...
© Adela Margarita Salas
Lindo leerte siempre ,Adela. Ahí la noche . Gracias
ResponderEliminarHermoso. Griselda Rulfo
ResponderEliminarTan real y profundo tu sentir!!
ResponderEliminarExcelente. Siempre es bueno encontrarse con tu sentir. Fuerte abrazo. Maria Cristina Fervier
ResponderEliminarBonito poema, Adela! abrazos
ResponderEliminarRosa Lía