Poema de Carlos Morteo
la imaginada
se busca un pacto con el pecho
donde hubo pastito y flores
un pajonal
la bomba dormida y telarañaza
sin la recompensa de subibaja
una cigüeña cuello de barrote
en la que se equilibraba el venteveo
y taparle el pico y dale y dale
hasta que estallaba una cascada
un agua bendita sin sermones
fue un atrevimiento para siempre
todo es para siempre al adolescer
la casa mísera donde el niño hombró
donde usó pala con mango de palo
y hacha tan cargada y matona
ambas paridas en el simplificar
tan dedicadas al mal ó bien
construir cavar cortar
pararse frente a la memoria casi
visiones olores amigos
volver a entrar del abandono labriego
ver
desoladas las paredes sin ventanas
sin siquiera los clavos de acomodar
desprotegidas sin la puerta consuelo
entrar o salir una espera atrancada
pero hoy no hay portón
y no hay otro presente
casi al pasar nada
ni la imaginada
no volver a nada
volver es a eso
al vacío presente de no ser nadie
de reaparecer a qué
¿se vuelve realmente?
ir a un poema y no creer
las presencias remotas
las del cotidiano aún no son historia
y no se vuelve a lo que no es
se llega al vacío
no ser casa
¿cómo dejar morir una casa?
no ser amigo ni amor
así son los días de las paredes sin clavos
de las casas sin puerta
se pasa sólo se pasa
© Carlos Morteo
Etiquetas: Carlos Morteo
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