No es la
piedra de Watanabe, pero también recuerda otras resistencias. En medio del río,
nos ofrece un descanso y lo aceptamos sin recelo. Piedras más pequeñas la
rodean como si fuera una reina en el agua. Sus superficies son pura
dureza que seduce.
© Valeria Cervero
Interesante asociación de dureza y resistencia, gracias
ResponderEliminarSe requiere un ojo sensible para ver lo bello donde aparentemente no está. Aquí la piedra es una reina y aunque dura , seduce, acoge.
ResponderEliminarGracias
Juany Rojas
Valeria, también es alada esta piedra y claro, no es la de Watanabe porque esta encierra su propia hermosura. Abrazo!!
ResponderEliminarMaravilloso Valeria, como el río.
ResponderEliminarPura dureza que seduce. Sí. Maravilla.
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