No. No es raro que pienses eso
quedarnos en casa.
Y, desde esta vivienda que habito
me fui allá. A la casa
donde cada escondite
nos susurró el futuro imposible; teníamos nubes de risas y
bancos ajados:
Era la infancia.
Y ahora, en estos rincones
Nuevos/ de años finales
es quizás la posibilidad
de espantar muerte
con una mano arrugada
que puede tener futuro
o desasosiego.
De qué modo
Clausuramos el deseo
Que crecía subversivo
En los pliegues del cuerpo.
Cómo silenciamos los abrazos
Sobre las faldas
Qué mundo sació de otoño
Las calles, la casa, las piernas.
El confinamiento del desamor
Tan parecido
A un animal agazapado.
© Susana Rozas
¡ cuánto dice!!! muy bello. susana zazzetti.
ResponderEliminarMuy bueno, Susana. Me encantó el remate!
ResponderEliminarGracias Gus, lo quiero compartir en facebook, se puede?
ResponderEliminarBeso.
"Qué mundo sació de otoño / Las calles,la casa,las piernas."Un bello testimonio de la educación represiva que recibimos.
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