Poema de Francisco Avendaño
NACIMIENTO
Un coágulo
blanco en el lenguaje, puntos que suspenden otros puntos hasta que cualquier
palabra llene el mundo de expectativas, la profecía se repite por años para no
ser cumplida. Desde este margen se han intentado todos lo conjuros conocidos,
la lluvia suspendida entre los cables, el frío en las baldosas de julio y una
noche cualquiera deletreada en sus semáforos. Cada parte apunta al cuadro de
este hombre frente a una mesa rodeado de hojas, la imagen es un torrente
detenido.
A fuerza de
repetirse el punto suelta una pequeña raíz, un paréntesis que comienza a
derramarse del círculo perfecto.
Ruido de
piedras el movimiento.
Espumas y
ramas este río verde.
Los muertos
también se agitan en el agua,
poeta es
quien flota a la deriva.
Por ese
mismo impulso los signos en las hojas cobran sentido, animales de papel que
sobre el territorio de esta mesa vibran en la luz, los trazos se disuelven y la
tinta es lo que late entre los vértices.
El
silencio, que también es blanco, está hecho de tiempo, horas acumuladas en
callar lo esperado, dentro de su sueño cada sílaba de papel regresa a su
sonido.
© Francisco Avendaño
Etiquetas: Francisco Avendaño
3 comentarios:
Excelente resumen del proceso de escribir: un devenir lleno de tensiones. ¡Me encantó!
Magnífica "ars poetica", imágenes y sentires justos. Alfredo Lemon
Me encantó!👏👏😉
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