Alfonsina y
nosotras
Ella de
piedra miraba al mar,
y nosotras
alrededor de ella.
Ella de
carne entró en el mar,
como quien
hace un camino con sus pasos
y
simplemente se va.
Desmesurada
loba la que talló en el aire
y se
envolvió profunda,
en la
voluptuosa seda del Atlántico.
Tomadas de
la mano cantábamos “Estación”
y
dibujábamos figuras en la arena.
Mis primas
y yo
dejábamos
caer poemas que todavía
no habíamos
leído,
versos que
la espuma se encargaba de asignarle
a nuestros cuerpos,
vacíos,
del verano.
© Norma Etcheverry
Adoro a Alfonsina, Gracias Norma, precioso poema.
ResponderEliminarMara Gabriela Micolaucich
A partir del recuerdo de Alfonsina, tu poema se hace luz en la nostalgia y la vivencia para homenajearla con belleza. Bravo! Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarUn placer pasar por este extraordinario blog de poetas contemporáneos, y conocer de tan excelsos poetas, sigo leyendo.
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