AÑO NUEVO
Tirando de
la punta del ovillo
el de las
esperanzas y los sueños
tenaz
golondrina azul
un viejo
año se va
memoria
colectiva que se evapora
ante el
potente radiotransmisor
de alta frecuencia en Alaska
que nos
vigila.
Un nuevo
año comienza
en un
dejarse ir yéndose
círculo
cerrado de torrentes y ausencias
de
desiertos de individuos
de champán
por un rato alejador de miedos y males
de invisible
escalera sin fin
de tan
extraña estrella fugaz
navegante
de orilla a orilla.
En este
último convencional minuto
eterno
hasta que dan las doce
acariciamos
la infinita ciudad ineludible
huella
íntima y propia
con deseos
de quizá esencia a lavanda.
Pero esta
noche ostenta en la frente
la marca
inequívoca del giro
una nueva
vida una nueva lectura nacen.
Hay aroma a
manzanas asándose
y este
crepúsculo que enhebra
las
bendiciones de la gracia
del
misterio y del canto
que tal vez
conversarán
en diarias
epifanías renovadas
para que todo cambie
para que poco cambie.
© Sandra Pien
Me gustó mucho, tan certero todo el poema... y versos perfectos, como
ResponderEliminar´la marca inequívoca del giro´
He percibido el olor de manzanas asadas!!!
ResponderEliminarBesosss