11/5/21

Poema de Noelia Palma

 


La lluvia se contoneaba como el cuerpo de Cristo.

Le hizo una seña al fantasma de los abedules,

lo ató a su hueso.

Las colas de las ratas brillaban

al entrar en las alcantarillas.

Este paisaje tristísimo no es culpa de mi amante.

Él estaba ahí. Yo estaba ahí.

Y no lo sabíamos.

 

© Noelia Palma

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3 comentarios:

Anonymous Belkys Sorbellini ha dicho...

Qué bello! Hermosas imágenes.

12 de mayo de 2021, 10:52  
Blogger flora levi ha dicho...

Bella y lograda imagen de la desolación.

15 de mayo de 2021, 14:41  
Blogger mariel monente ha dicho...

Muy bello

16 de mayo de 2021, 2:17  

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