El mundo está callado.
Hablamos con la rosa
el malvón y los aloes.
Profunda milagrería de señales.
La ventana es un cuadro
que ha pintado Dios sobre la plaza.
Una paloma, un tordo y un linyera que no entienden
el por qué de la lluvia y el mutismo.
Silencio de la muerte coleccionando pieles.
Silencio de los perros que nombran la noche.
Silencio del poeta que indaga en la metáfora.
Silencio de tabaco tragándose los miedos.
Silencio de pan quieto en el asombro y las manos.
Silencio de los niños que no ven los abuelos.
Todo es mudez sobre los hombres.
En tanto adentro
las viejas rezan.
© Marta Elena Guzmán
la universalidad y el intimismo propio, doloroso. me uno, marta, a las viejas. abracito. susana zazzetti.
ResponderEliminarPoema de reflexiones muy interesante. Quizás, una oración en el silencio más pleno, alcanza...Alfredo Lemon
ResponderEliminarPrecioso y profunda obra. Sensacional.
ResponderEliminarProfundo y reflexivo poema.
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