Soy-somos
hijos de cartas marcadas
que
encuentran su caverna en el zumbido del anfibio,
verdugos en
un mar de alcohol sobre el planeta del miedo.
Un manual
de mármol refugia lo perdido en sus gargantas,
el milagro
aun levanta un altar en la pobreza
sobre
madera y pájaros.
Esa niña
con una naranja silvestre
sentada a
merced de la acequia:
-no me
dejes- me dice.
Ella, que
es una astilla en el concierto de cielo y tierra,
me dice “no
me dejes”…
me lavo las
manos en sus heridas.
¿Soy parte
de este mundo?
© Esther Pagano
Pintura: Rene Antonio Mateo Hilario
Poema filosófico. Bravo Eather!!!
ResponderEliminarINFLEXIONES DE PENSAMIENTO...Exc.poema esther!!
ResponderEliminarAgradezco mucho los comentarios, es una caricia saber que nos leen, y si gusta el poema, tanto mejor!
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