Mi cuerpo
engordó
No es mío
Es de los
albañiles de la esquina
Del pibe de
la butaca de al lado
“Goordaa
Dejá los postres”
Deciden
Mi culo
desbordó las costuras
Y los
asientos
Se quejan
Pero a él
le gusta que no le quepan en las manos
estruja,
cachetea y festeja el movimiento
mientras se
hunde.
El culo
gordo no molesta.
Los brazos
gordos, si.
Vistieron
mis brazos
Con
camisolas hindú
O ropa de
hombre
gordo
Me vieron
como una Del Palo
Me pusieron
pañuelos arco iris
palestinos,
verdes
Les molestó
cuando iba con el Celeste
“Gorrrda
Facha”
Una gorda
no puede ser insensible
con tanta
superficie tampoco puede superficial
© Ohuanta Salazar
Fuerte, crudo y bello poema sicial. Va mi abrazo Ohuanta!!!
ResponderEliminarAyyyy Dios, por eso quizás la humanidad es castigada, tenemos la maldad al borde de los labios, y ese no sé por qué de disfrutar torturando sin saber que le ocurre al otro. Desinterés.
ResponderEliminarMaria Gabriela Micolaucich
Es muy bueno. muny bueno muy bueno
ResponderEliminarTan cierto y tan bueno!
ResponderEliminarVerónica M Capellino
Te digo gracias! Lo demás no hace falta.
ResponderEliminarQué bueno Ohuanta!!!!
ResponderEliminarCarlos Morteo
Duro pero real, tan real. Un abrazo
ResponderEliminarGraciela Barbero
Un poema excelente. Coloquial e intenso ahonda en una herida pendiente de la sociedad.
ResponderEliminarTremendo!
ResponderEliminarBesosss
Excelente Felicitaciones Ohuanta un cariño grande
ResponderEliminarOhuanta!!!!! Poema/ grito. Me quedo aquí...hasta que pueda.
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