Nunca dije:
te fui a buscar cuando era otra cuando todo
parecía
posible. Pero vinieron jornadas nuevas y esta alianza
a distancia
cruza tiempos, nombres o rutinas que
no nos
pertenecen cuando titilan
sobre el
radar de los días. Ya somos grandes, podría decirse
y a veces gravedades a nivel - un invierno sin
alcauciles
ese febrero
donde no
tuviste jazmines- cositas así traen de regreso esto
que no fue
respondido y mantiene
su
horizonte abierto. Casi aquel globo aerostático
si cierro
mis ojos, lo veo
planeamos
en alegre montón el envío
madres
incordios pesadillas. Pasan y pasaron
años
muertes más
o menos
tardías, gestiones que llegaron
arrasaron y
partieron
sin demasiado
sustento. Cuando cierro los ojos, lo veo
una canasta
enorme, ellas asoman vestidas de domingo y
desde la
barra del bar
esas cosas
que fuimos les sonríen. Es la misma
barra donde
depositamos regalos, incapaces de
entregarlos
en mano. Así las cosas, en fin, nunca dije
te fui a
buscar y no estabas pero queda
casi la
belleza: ese globo un envío a los cielos
de vez en
cuando, no siempre, pienso en vos en ellas y
casi lo veo.
© Andi Nachon
Precioso poema, de los que se terminan y se recomienzan, una sola palabra de palabras. Muchas gracias
ResponderEliminarLa voz interior se exterioriza y fluye como un agua mansa
ResponderEliminarHermoso ese ir y venir por las cosas y los recuerdos. Un abrazo
ResponderEliminarGraciela Barbero
Ese vínculo que traspasa cielos y épocas siempre está y aquí muy bien pintado en un poema circular como el globo. Belleza de foto.
ResponderEliminarPoesía fluyendo a borbotones, imágenes y sentires que se expanden. Muy bueno! Alfredo Lemon
ResponderEliminarMuy bello tu poema!
ResponderEliminarBesosss
¡Qué buena la última estrofa!La belleza como ofrenda al universo.
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