21/4/21

Poema de Elena Garritani

 


Corolario de Dogville 

 

Que no te aplasten tus buenos actos,

exhala un dejo amargo la bondad que extiendes.

Escuchas, das la mano, regalas una flor de tu jardín.

No pides nada a cambio, eres amable, reconoces la orfandad del lobo y la paloma.

La cruz de Cristo y Judas.

Has comprendido demasiado en estos tiempos y no pareces real a los ojos del mundo.

Ese extrañamiento es oscuro. Te angustia, hace una brecha en tu corazón. Anuncia más que un oráculo.

A esta luz le faltan sombras, piensas.

Pero sabes, en cualquier momento se dispara la bala, entra

en carne ajena, sangra, riega tu camino y sigue su trayectoria.

El otro es tu piel, pero sabes, el resplandor absoluto ciega, esa blancura irredenta tiene ojos abiertos

a puñal sobre la carne.

 

© Elena Garritani

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2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Magníficamente escrito, tu poema, como el film del genial dinamarqués,conmueve y no se lee indiferente. Palabra en arte, el arte en tus palabras! Gracias! Alfredo Lemon desde Córdoba

22 de abril de 2021, 19:22  
Blogger Elena Isabel Garritani ha dicho...

Gracias Alfredo por tu comentario

25 de abril de 2021, 17:38  

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