17/4/21

Poema de Ariel Ovando

  


Te hablo: pájaro y río, animal de cuyas lágrimas

   de sacra estatura crecen flores como relámpagos

   y leones de inmutable piedra,

   fieras renunciadas por la luz y los estelares sigilos;

   te hablo: ya viene el meridiano (es un hecho) y el hueso

   arquea soles con el arco del paisaje 

              [que apenas soportan las manos.

 

Te hablo, si,  para inundarme  la boca de tu cántico

lleno de agrestes palmeras del origen

                 cuando sacuden los vientos

y  la memorable lengua de nuestros huesos

se baña en el agua de Uróboros.                                                                

 

Te hablo: porque el cantar es estrella y odre,

es la ascensión de orillas blancas contra la frente,

son los cuencos enloquecidos, si abren rutas

en la tierra reseca por el silencio,

y  si tiran de las sílabas confusas,

            [o del vuelo de infames libélulas.

Y te hablo, antes del día,

antes del día te hablo

                      porque hondos

 se hacen los ojos de las bestias

si se ilumina el polvo de los caminos.

Y en esos ojos hay islas, hay pájaros,

                  hay

                       los

                            pájaros

 

                  los pájaros

                 que propagan la orillas

fingiendo un tiempo insólito:

 

y te hablo,

y te hablo porque somos ellos;

y somos, seremos,

tocando para los reflejos inciertos

de una charca sucia:

somos las primeras melodías,

somos los círculos agridulces

que vemos despabilarse

                              aquí y allá.

 

© Ariel Ovando

Etiquetas:

2 comentarios:

Blogger Mónica Angelino ha dicho...

Un gran poema,Ariel!!

Besosss

28 de abril de 2021, 22:46  
Blogger playalagarto ha dicho...

Infinitas gracias

18 de noviembre de 2021, 23:20  

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