A LA
INTEMPERIE
si
volviera, ahora.
si de
pronto escuchara su voz entre los gritos
si viniera
a mí con la sonrisa pálida,
con
ese débil deambular por la calle
querida.
si me viera
ahora,
apoyada
aquí, en el silencio, a oscuras,
con
las teclas en blanco,
esperando
una señal translúcida,
un signo,
que me
permita sacar las manos de la madriguera,
los pasos
de este camino áspero
donde el
amor yace desnudo, a la intemperie,
resistiendo
la muerte frente al sol arrogante de febrero.
pero
no. es mejor que no vuelva.
que no
hable.
que no
repita mi nombre
con aquella
armonía de los tangos tristes
aquí
también hay profanadores de tumbas
hay
emboscadas, poesías que agonizan
y muñecas
despedazadas
en los
andenes de las estaciones
aquí
también está prohibido
evocar el
vuelo de los colibríes.
es
preferible que se quede
en aquel
país de espejos intangibles,
aunque la
tarde lo aprisione en las rendijas
aquí
también hay carceleros de hierro
que huelen
a pena y a pantano
que
lastiman el alma a dentelladas
y pintan
con sangre carteles de sosiego
en las
puertas de las jaulas.
no quiero
que regrese a esta fogata de huesos,
guarida de
los lobos
no sé si
son flores o palabras,
no sé que
crece en la memoria de las piedras
pero es
mejor que no regrese.
es mejor
que intente un jardín, una plegaria,
un poema
que lo invente, todavía, con su traje de
luces,
con su
mirada buena.
© Ana Gervasio
Muy bueno! Belleza profunda! Gracias! Alfredo Lemon
ResponderEliminarMuy interesante la simbología del colibrí anunciador de "visitas" para expresar esos sentimientos hacia un tú. Muy linda metáfora "que intente un jardín, una plegaria..."Abrazo!
ResponderEliminarUno de los poemas más lindos del mundo. Besos Anita. Toda mi admiración ✨
ResponderEliminarBello!!
ResponderEliminarEntre el extrañar de una presencia y la dura realidad: deseo que se anula. Gracias y abrazo, Inés Legarreta.
ResponderEliminar¡Hermoso! Me estremece este poema, ese flotar entre el deseo y la renuncia. Me encanta. Felicitaciones.
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