“Y al son de la garua, en la antigua calleja,
me invade un infinito deseo de llorar”
Medardo A. Silva
Y ya mi
vida, la buena, la nueva
ésa que, me
has inventado
con retoños
de poemas frescos
para
cancelar con amor
la que,
venía desandando
por la antigua calleja del destino incierto,
con ocres
otoñales en la mirada
que, el
viento de la existencia se empeñó
a
dispersar; hoy, desde hace
un siglo de
sensaciones nuevas
reanima su
paso con credulidad de niña
a la espera
del Rey mago.
Y fue
creíble la insistencia de
tu gorjeo
de Martín pescador
pero
increíble, aunque yo, con arrugas de tiempos
que fueron
migrando en pasado
pueda ser,
una elegida de entre
vaya a
saber qué ignotas y tan bellas melodías.
Aquí estoy,
o me tienes o me sostienes
cautiva, de
una lástima tal vez, ésa
que inspiro
quizá que, no tiene vuelta atrás a tu audacia.
Y es
entonces que, la osadía de mis deseos
desatan
momentos, resignan tu decisión
y te
entregas manso, al juego ilusorio de eterno
al que
ambos, nos conjugamos en garúa
de momentos
que no podemos develar…
Y tal vez,
un día
como la
noche
desnuda de
estrellas,
sienta frío
en mi alma
por la
desnudez
de tiempos
vacíos
que atesore
el regreso.
Qué será
distancia
cuando
cerca, sea recuerdo;
cuando el
vacío de mi cuenco
necesite
del amor
que deje lejos,
cuando
llorar sea llovizna
por añorar
momentos que,
si bien
aún, están distantes
sé que,
ya estoy
extrañando.
© Adela Margarita Salas
Ese sentimiento que existe!!
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