A la hora en que la tarde
se carga de conjuros
y escapan a los vientos
en cintajos azules
los misterios del mundo.
En el instante mismo
que un árbol se duerma
hechizando el espacio.
Un lirio desmayado
adquirirá tu forma,
descansará en mis manos.
Allí, donde te encuentres,
te sentirás vacío
porque en mi mano,
un lirio,
como en los cuentos magos,
latirá con un soplo
Curiosamente humano.
© María E. Faini Adonnino
Querida amiga,siempre sorprendes tus sencillas pinceladas poéticas plenas de originalidad y colorido. Gladys.
ResponderEliminarPrecioso poema, felicitaciones!!!
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