Acaso el laberinto de esta vida
sueñe lo que sueño
marineros que parten
grillos que repiten
su grito desolado
un ojo de oro
que cae en medio de la tarde
lluvias eternas
nombres
que excedieron sus olvidos
niñas que siempre
de los antiguos caminos
de la infancia.
© Beatriz Arias
Muy lindo, Beatriz.
ResponderEliminarCariños.
Marta
Poema corto y dice tanto. Abrazo Beatriz!!!
ResponderEliminarMuchas, muchisimas gracias amigos!!!
ResponderEliminarun beso Gus!!! Beatriz
ResponderEliminarComo un sueño, el poema nos lleva y nos mece. Gracias y abrazo, Inés legarreta.
ResponderEliminarBuen poema que nos conduce por distintos caminos.
ResponderEliminarAna Romano