Poema de Andrea Lípari
Caracola
cuando termina el día me
sacudo el desierto
como un perro mojado sin
otro dueño más que
mi propia hambre
acomodo el lomo contra la noche y
poco a poco vuelvo a
ser caracola alada
me rodea un charquito de nácar
un mar reversible
para el silencio.
© Andrea Lípari
Etiquetas: Andrea Lípari
3 comentarios:
Lindo poema. Gracias
Qué poema prístino, convergen la suavidad y esa liviandad frente al "hambre propio". Me encantó.
Excelente poema, Andrea, felicitaciones!!
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