No se trata de bajar la luna
se trata de regalar el cielo
así de pronto como si una corriente nos
uniera a cuatrocientos kilómetros de distancia
todo azul el paisaje
toda emoción el juego
toda limpia la intención
sin mancha que lo ensucie ni nube que lo
raye
puro cielo de febrero en el sur
donde un amor escapa de las convenciones
y se deja llevar por esa térmica
que tan bien conocen los pilotos los
halcones y las cigüeñas
(a Virginia Zusbiela)
© Claudio Portiglia
un poema de amor que recrea el viaje de los sueños y la certeza de amar más allá de las distancias.
ResponderEliminarMuy bien poeta.
WALTER MONDRAGÓN
Disfruté leyéndote, Claudio!!!! Gracias!!!!
ResponderEliminarQué cálido! Bello .
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