A
la izquierda del salón
dos bocas humean
palabras impiadosas
Sobre la barra el hombre golpetea
el
ritmo de una salsa.
Más palabras, ella piensa un cuenco
donde puedan mezclarse los recuerdos, sin sonidos,
él
sigue hablando………. y trae la memoria de su hermana.
No
le llevará flores otra vez,
siempre se pierde camino al cementerio.
No
sirve tomar champagne,
no
son dos, son tres,
los separa la banqueta
donde dejaron las rosas.
El
aroma inunda el espacio
como dulce evidencia.
© Ana Julia Saccone
bellísima y sentida como todas tus poesías,Anjou.
ResponderEliminarEntre eso tu voz aroma ...
ResponderEliminarQué sentido este poema. Te para tres querida poeta, un abrazon
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