TUAREG
Desde el silencio
Junto al fuego
Soy el pastor tuareg
Que habita su jaima pasajera
A orillas de la arena
Sita en la antesala del frío
(noctívago)
El testigo de la luz y su declivio,
Que deambula despacio
Más acá del mundo y las trampas
Que el reloj concibe.
No tengo edad
(ni prisa ni precio)
Visto de azul
(como la noche
transfinita)
Y vivo para ser:
Soy mi esencia.
© Walter Mondragón
Excelente! Valioso elogio poético a los nómades del desierto del Sahara. Muy original, muy bien escrito y muy bien ilustrado por Gustavo. Un testigo de la luz se incendia en el centro del poema! Gracias! Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarHERMOSO, GRACIAS
ResponderEliminarPatricia Corrales
Excelente meditación. Abrazos.
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