Bajo la glicina descansan los amonites
vienen del cretácico
estampan las lajas blanquecinas
recorrieron caminos interminables
desde el sur
están aquí
en la historia
en el patio de mi niñez.
Las pilas de piedra eran castillos
donde se guarecían los duendes nocturnos
apenas amanecía
en vuelo hacia otra aventura
Veo la
niña
con
ropajes inventados
urdiendo la trama
en la copa del duraznero
por los senderos
entre las margaritas.
Conservo esas piedras
con la luz de ayer
a través de la lluvia
nostalgias del inicio.
Intensa vibraciòn
cada latido es el sonido
de mis pasos
la niebla de mi sueño
balancea el cuerpo
en ese paisaje distorsionado
La ciudad permanece en silencio
en esta serenidad
puedo recostarme
y buscar las glicinas
dispersas sobre el patio vacío.
© Graciela Barbero
Muy bello! 👏👏👏
ResponderEliminarTernura y nostalgia!
ResponderEliminarBesosss
fina poeta amiga de mardelplata, tierna evocación de infancia, Graciela Barbero.
ResponderEliminarBello e inspirador, Graciela. Me llega al alma.
ResponderEliminarGracias
Cristian Jesus Gentile
La infancia y la nosyalgia❤
ResponderEliminarFlora Levi
La infancia y la nosyalgia❤
ResponderEliminarFlora Levi
Hermoso poema Graciela!!!
ResponderEliminarCarlos Morteo
Glicinas que unen los tiempos y hacen que lo anterior se convierta en el ahora.Un momento de ensoñación entre flores que hace volar al alma hacia las tierras de la infancia. Logradisimo clima Irene Marks
ResponderEliminarGlicinas que unen los tiempos y hacen que lo anterior se convierta en el ahora.Un momento de ensoñación entre flores que hace volar al alma hacia las tierras de la infancia. Logradisimo clima Irene Marks
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