ANTES DE IRME A DORMIR
No puede ser. No, no puede haber un hombre
de esas características. Se lo dije el otro día al acaparador de sueños ajenos,
que con cara de naipe se marchó por la avenida de los que siempre regresan. A
hinchar las pelotas, me dice la belleza que nunca me mira, mirando para otro
lado. No sé qué hacer con estas cosas, ni con ese hombre. Se lo dije, pareció
no escucharme. Eso me pareció, antes de irme a dormir, sin lavarme los dientes
y con los pies y las medias heladas.
© José María Pallaoro
Qué bueno,,,
ResponderEliminarMe encantó!
ResponderEliminarCopado! Diría un joven! 👏👏👏👏
ResponderEliminar