Poema de Graciela Mitre
O.ANN.M.
(Ordo de Annuntiatione
Beatae Mariae Virginis)
Mientras la deana maneja los bolillos
las beatas, puntuales y presurosas
lo asean, nutren
ventilan olores
sonríen.
Por ahora es su único hombre
el único cielo posible.
El yo pecador, los ayunos
renuevan promesas celestiales
también el insistente tic tac.
Peces anidando, buscando la luz
en la espesa oscuridad de sus cofres.
© Graciela Mitre
Etiquetas: Graciela Mitre
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